«Presento una breve definición de los servicios, incorporando mi particular punto de vista construido desde la experiencia de más de quince años de desempeño profesional como coach».

Terapia. Sesiones individuales desde el enfoque Gestalt

Históricamente, la terapia es anterior al coaching, y en gran medida, su fuente principal. La terapia se sitúa en el marco más amplio de la “relación de ayuda”. Desde el psicoanálisis hasta nuestros días, el desarrollo de la psicología humanista ha gestado multitud de enfoques y escuelas. La terapia Gestalt es uno de ellos. La terapia Gestalt es ante todo la forma de hacer terapia de Fritz Perls, su fundador. La Terapia Gestalt desarrolla una perspectiva unificadora del ser humano, integrando a la vez, sus dimensiones sensoriales, afectivas, intelectuales, sociales y espirituales, permitiendo una experiencia global donde la vivencia corporal puede traducirse a palabras y la palabra pueda ser vivida corporalmente.

La Terapia Gestalt no sólo tiene como objetivo explicar los orígenes de nuestras dificultades sino experimentar y los indicios de las soluciones nuevas: a la búsqueda dolorosa y, generalmente, evitativa del ‘saber por qué’, ofrece la alternativa del ‘sentir cómo’, dando paso así a un proceso de movilización que favorece el cambio. Tal y como se deriva de la definición anterior, este enfoque terapéutico aborda todas las dimensiones de la persona con la intención de integrarlos. Se trata, por tanto, de trabajar con la persona en su totalidad a partir de los emergentes iniciales. Se trata de un tipo de intervención más profunda que requiere más tiempo, dedicación y compromiso. La intimidad derivada de un proceso terapéutico permite, además, la puesta en juego de otro tipo de técnicas más comprometidas como visualizaciones, movimiento expresivo, etc. En ocasiones, los procesos de coaching ejecutivo suelen derivar, a petición del cliente, en procesos terapéuticos más prolongados.

Coaching ejecutivo

La ICF (International Coach Federation) define el coaching profesional como “un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional (…)” Insisto en la idea de acompañamiento. Mi ambición como coach es convertirme en acompañante de mis clientes. Caminar junto a las personas con las que trabajo: ni delante, ni detrás; a su lado. Esto no es fácil. Para lograrlo, como en todas las relaciones humanas donde se dan intercambios significativos, debo ser capaz de generar confianza. La confianza se logra, de forma paulatina, a través del proceso de indagación y sinceros ejercicios de apertura.

Desde la confianza generada, me ocupo de aclarar lo que el cliente quiere alcanzar, genero conciencia sobre las dificultades, carencias, fortalezas y oportunidades para lograrlo y empujo a mi cliente en la búsqueda de soluciones propias. El proceso de coaching avanza partiendo de señalar lo obvio, lo evidente hacia la entrega de interpretaciones más profundas que tengan un sentido para mi cliente.