José María Lovera

Puedo decir sin temor a parecer exagerado que conocer a Kutxo ha sido uno de los hitos más relevantes de mi vida profesional. Siempre he sido un firme defensor de que no es posible trazar una frontera entre la vida personal y profesional. Ser capaz de afrontar aquello que te limita, saber encontrar la necesaria motivación, dominar esa difícil alquimia que supone combinar empatía y asertividad en cada momento y con cada persona, son destrezas para el trabajo y la vida personal en las que he crecido y en las que he visto crecer a otros de la mano de Kutxo.

Kutxo es más que un coach, es un compañero en el crecimiento personal/profesional, es un vocacional desarrollador de personas, y lo es porque, a mi juicio, tiene los dos requisitos imprescindibles que debe tener un auténtico coach: el don (me refiero tanto a la perspicacia como al don de saber escuchar y comunicar) y el conocimiento. Por eso pienso que Kutxo es un referente imprescindible cuando hablamos de autoliderazgo y liderazgo, y con él, ese magnífico Equipo de personas que le acompañan.