En mi experiencia de colaboración profesional con Kutxo lo que más me sorprendió desde un principio y lo que más valoro es su extraordinaria habilidad para situar a las personas -individualmente pero también a los grupos- como si se encontraran ante un espejo, frente a sus fortalezas, sobre todo ante aquellas de las que no son conscientes, y ante aquellos aspectos en los que deberían cambiar o mejorar para lograr sus objetivos, todo ello con la más absoluta naturalidad y fluidez, sin que nadie se sienta incómodo, cuestionado o agredido.